A 31 años de la Guerra de Malvinas, desde SADOP Rosario manifestamos el compromiso como educadores de reiterar el reclamo de nuestro país en la lucha por la soberanía de las islas.
A 31 años del desembarco argentino militar en Puerto Argentino, desde SADOP, como organización que nuclea a los docentes privados creemos que cualquier lectura sobre las Malvinas queda abierta y con un capítulo pendiente: el de la soberanía Argentina sobre las islas. Aunque no debieran quedar dudas sobre la legitimidad del pueblo argentino sobre las Malvinas, Inglaterra sigue violando la legalidad internacional convirtiendo a Malvinas en una causa global de lucha contra el colonialismo.
La causa Malvinas atraviesa un momento histórico en la lucha por la soberanía de las islas: al recordarse los primeros treinta años de la guerra de Malvinas, la Argentina se presentó por primera vez ante el Comité de Descolonización de la ONU, que reivindica nuestra soberanía sobre las islas Malvinas. Este hecho particular pone de manifiesto el constante trabajo diplomático que ha emprendido la Argentina en los últimos años, a contramano de la incompetencia, soberbia y demagogia de la dictadura genocida.
La posición de Inglaterra, junto al trabajo del Estado argentino, provocó que la causa Malvinas se haya latinoamericanizado, y que hasta la primera potencia mundial se mantuviera “neutral” en esta situación, a sabiendas de la legitimidad del reclamo de nuestro país.
Denunciamos, por otra parte y en el mismo sentido, el referéndum que postula la “autodeterminación nacional”. Este argumento carece de toda legitimidad en el caso de las Islas Malvinas, ya que no se trata de pobladores autóctonos, sino que usurparon territorio argentino, expulsando a los pocos pobladores argentinos que allí vivían.
Como docentes tenemos la oportunidad y el deber de que en cada aula, con cada alumno, en la charla diaria con cada padre, hacer presente este reclamo y lucha del pueblo argentino. Como educadores no podemos traicionar la memoria de todos los jóvenes que lucharon hasta dejar la vida, y porque la independencia y soberanía de los pueblos es un derecho inalienable, que ningún Estado puede ignorar.
El diálogo y la lucha diplomática son las banderas en este momento histórico; el reclamo es legítimo y cada vez más unánime, y el compromiso irrenunciable: LAS MALVINAS SON ARGENTINAS.